Piedras montadas: implemento indispensable para obtener superficies homogéneas.

Las piedras montadas son un elemento ideal para dar un buen acabado en las superficies.

Las piedras montadas dentales son abrasivos reforzados con partículas de óxido de aluminio, caracterizadas por tener granos uniformes y una alta eficiencia de desgaste, perfectas para obtener un resultado final óptimo.

Se pueden encontrar en diferentes formas como bala, cilíndrica, troncocónica y cilíndrica; esta última también en extra grande. Vienen en diferentes colores, tales como: azul, verde, rosa, blanco y coral; su tipo de grano: grano extra grueso, grano grueso, grano medio y grano fino; o su funcionalidad: para la parte inicial del desbastado y diferentes usos dentro de las diferentes técnicas de laboratorio dental, entre ellas  para pulir metales removibles, para cerámica y metales preciosos, para acrílico  y metales no preciosos.

También pueden ser utilizadas para fabricar herramientas y trabajos de metalistería.

Existen algunas recomendaciones para elegir el tipo de piedra montada que necesitas:

1. Por la forma:   la pieza que se va a desbastar y la cantidad a remover, determinan qué forma debe tener la piedra a usar.
2. Por la especificación de la punta: el material que se va a remover, el acabado que se espera y la dureza de la pieza a desbastar, deciden qué tipo de piedra usar.
3. Por el tamaño: la medida del diámetro y el espesor de la pieza son determinantes para elegir la piedra a utilizar.
4. Por las características: el resultado que se espera obtener con el desbastado y otras características como: color, tipo de grano, velocidad, entre otros, determinan la mejor piedra a usar.

Seguramente te has preguntado a lo largo de este artículo, qué determina el color de la piedra montada; esta elección depende del uso que se le vaya a dar a la misma. Si se va a usar para cromobalto y metales, el color será azul y coral; si se va a usar para cerámica y metales preciosos, el color será blanco y verde; y si se va a usar para acrílico, el color será rosado. La elección correcta de la piedra, el color y la forma, permitirán tener el resultado que se espera, de acuerdo a las especificaciones de las piezas a realizar y la función que deberán cumplir.

Las piedras montadas deben trabajarse a una velocidad máxima entre 15.000 a 20.000 revoluciones por minuto, pues si se trabaja a una mayor velocidad, la piedra puede desgastarse más de lo necesario, haciendo que no cumpla su función real y no se obtenga un mejor desbastado.

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